miércoles, 10 de julio de 2013

nunca digas nunca

Anoche, cuando la madre de la hija de concu me trajo a la nena a dormir, recordé esas épocas en que hacía tremendo escandalete para que la niña no compartiera ningún espacio-tiempo conmigo. Sí, ha pasado el tiempo. Y seguro ella no se imaginaba entonces que iba a cambiar de trabajo, que iba a dejar de contar con su madre -la abuela materna de la niña- para el cuidado de su hija, que J. se iba a mudar conmigo, que iba a tener un hijo conmigo, que iba a volver a la música y tocar seguido, por las noches, hasta tarde, que ella elegiría que yo, además de acostar a P. -que entonces, claro, no existía- la acostara a su hija a dormir.
No me creo en el fin de la historia. El futuro es incierto. Si bien creo y deseo seguir junto a concu mucho tiempo más, nadie tiene el futuro comprado. Y entonces recuerdo la anécdota de mi amiga A., que una vez quien le trajo de vuelta a su hijo, luego de la estadía en la casa paterna, fue la primera esposa de su ex esposo -ella fue la segunda-. Es que el padre de su hijo lo había dejado al cuidado de sus hermanos mayores -hijos del primer matrimonio-, y estos habían tenido que irse y sin saber dónde ubicar a su hermano menor se lo llevaron a su madre. La mujer en cuestión le llevó al chico sonriente, después de llevarlo a tomar un helado, diciendo "no me molesta para nada cuidarlo, es el hermano de mis hijos".
Moraleja: nunca digas nunca.

6 comentarios:

  1. Tarde o temprano todo se paga en esta vida

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    1. la vida es un bumerang, parece la moraleja del día, Inesita

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  2. Me acuerdo muy bien de la primera vez que salimos con los hijos de mi ahora marido. Al otro día, los reproches histéricos al estilo de "por qué tienen que estar con tu minita" y ese tipo de cosas. Quién diría que ahora pasamos semanas enteras juntos en las vacaciones, les saco los piojos, los recibo todos los viernes cuando todavía el padre no llegó de trabajar, etc. Pasó mucho tiempo hasta que eso empezó a ser más natural. NI siquiera el nacimiento de nuestro hijo, el hermano de ellos, suavizó las cosas. Me acuerdo comentarios del tipo "mi mamá dice que no es mi hermano, es mi medio hermano". Lo loco ahora es que el padre y la madre de las criaturas se siguen llevando muy pero muy mal, sin embargo ella es capaz de decirme "a X le encanta tu tarta de jamón y queso" o qué lindo el video que le prestaste. De todas maneras todo sigue siendo menos natural de lo que a mí me gustaría y aún con sus frases amigables sigo sintiendo que en el fondo desearía que yo no existiera

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  3. lo veo con mi hermano, son su ex, su hijo, su nueva mujer y nuevo embarazo... y recien ahora, años despues hay armonia... los mas beneficiados son los chicos :)y estan todos felices esperando la llegada del nuevo hermani@.

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