P. está por cumplir 5 meses. En más menos unos 150 días me acostumbré a:
- andar con el pelo vomitado -me niego a cortármelo, asique si justo me lo vomita cuando estoy por salir y no tengo tiempo de bañarme, me cambio la remera, mojo el mechón, desenriedo un poquito y aquí no ha pasado nada
-no usar aros largos: desde que aprendió a agarrar le fascina colgarse de ellos y duele, asique busqué mi cajita de aros cortos. Resulta que tengo muy pocos. Cuando quieran me pueden regalar aros cortos. Porfa, no de los perlita color perla...
-usar ropa escotada o desabrochable: realmente me sorprendió darme cuenta de la poco ropa escotada que tengo, eso que yo sentía que con push up zafaba pero capaz que tengo algún complejo porque tuve que pedir camisas y remeras escotadas prestadas. Casi cualquier cosa que permita pelar teta en público es bienvenida
- salir desarreglada: si estoy mínimamente peinada, si la ropa más o menos combina ya está, hay que vestirse porque no se puede salir a la calle desnuda en este mundo, es el único fin de vestirse, no hay tiempo para ponerle un plus de producción, total para qué, si enseguida vas a estar vomitada otra vez -cada taaaanto me pasa de estar en algún lugar y notar lo poco arreglada que estoy, pensar qué pensarán de mí; cada tanto me pregunto como me verá mi pareja, si soy lo menos erótico de este planeta)
- desesperarme por maximizar mi "tiempo libre": encaro la tesis? o me depilo??
- dedicar horas a decorar y redecorar su pieza, cuando en años no decoré la mía: cambio cosas de lugar, forro cajas de colores, así como intento maximizar el tiempo necesito maximizar el dinero, asique con dos mangos intento hacerlo vivir adentro de una peli de Toy Story
- gastar en él, en él y en él: si tengo un mango es para ropa para él, no para mí, juguetes, ropa con juguetes incrustados; o ahorrar para él, para él y para él, para poder darle una casa como la que sueño para él
- realizar escapadas breves, mirando el reloj y con celular a mano: para que entre teta y teta no tome más de una mamadera, para no bajar mi cantidad de producción láctea, para que no se constipe con fórmula
- tener un colgajo de piel y algo de grasa a la altura de la panza que hace que me cedan el asiento de embarazadas en el subte
Resulta que unas cuantas cosas que me importaban y mucho me chupan un huevo. Y no estoy hablando de salir arreglada o desarreglada. Estoy hablando de cuestiones vinculares que hacen a la pareja, a los amigos, etc. Estoy hablando de laburo. Estoy hablando de hobbies. Estoy hablando de la panza, sí, también.
Resulta que cosas nuevas me empiezan a importar. Y no estoy hablando de maximizar tiempo y dinero porque eso ya lo dije. Estoy hablando de hacer un master en mocología. Que alguien me enseñe si llora porque le duele la cabeza del moco (cómo saber si a un bb le duele la cabeza??), si el vapor hace bien o hace mal (ahora parece que resulta que está contraindicado en lactantes ¿¿¿????), si eso que le sale del ojo es moco o conjuntivitis (o es lo mismo??), si es motivo de consulta al pediatra o si voy a quedar re primerizaaaaa
Cuando estaba embarazada de 5 meses mi psi. me dio de alta temporaria. Me dijo que el psicoanalista Cuchiflito (seguro que era un nombre en francés, no?) dice que a partir del 6to mes la embarazada se vuelve para adentro, como los enfermos, es ella y su cuerpo, el mundo exterior le importa cada vez menos, le cuesta conectar con el afuera...
No sé cuánto se tarda en volver a salir. Claramente desde que él salió de mí mi vínculo ya no es con mi cuerpo sino con él, pero ciertamente estamos muy ensimismados, encerrados en un nosotros él y yo, yo y él, nosotros dos.
No sé cuánto tardaré en volver a salir, pero sé que la que salga ya no será la misma. Nunca seré la misma.
Claramente el yo varía, nunca somos los mismos, mi yo de los 20 no es el de los 15 (quién era, qué me gustaba, qué quería, qué me importaba y qué no), mi yo de los 25 no es el de los 20 y así, pero cuesta dimensionar lo poco que me parezco yo a la yo de hace tan solo 12 meses...
viernes, 29 de marzo de 2013
miércoles, 20 de marzo de 2013
Miércoles mudo: 25 años después
Hoy me sumo a los "miércoles mudos", un carnaval de blogs que propone guardarse las palabras los miércoles y dejar que las imágenes hablen por sí solas. Hoy mi bebé de hace 25 años y mi bebé de hoy.
“Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.
¡Feliz Miércoles!
viernes, 15 de marzo de 2013
una peli para recomendar
hace un tiempo leí el post de eqtp sobre su experiencia como mujer-tambo y justo yo estaba en unas semanas complicadas con el tema y me hizo bien leerla y me gustó pensar que cuando estuviera más tranquila escribiría yo también sobre la cuestión. Mi amiga V. unas semanas después del nacimiento de P. me preguntó "vos que sos tan racional, ¿qué fue lo que más te sorprendió de la maternidad? algo a lo que no te pudiste adelantar..." dudé, pensé, y saltó la respuesta "la teta es algo a lo que no te podés adelantar. Podés leer un montón, instruirte, pero la experiencia de dar la teta es única, tenés que vivirla para poder hablar".
Nunca pensé que iba a tener problemas con la teta. Recuerdo en el embarazo que mi amiga A. me dijo "no te preocupes porque tenés tetas chicas, no vas a tener problemas para amamantar". Y yo la miré sorprendida porque jamás se me cruzó que el tamaño fuera un problema. Jamás se me cruzó que fuera a tener ningún problema, ni con la teta ni con nada, no es de superada, de hecho problemas he tenido, pero tiendo a pensar que todo se va a dar naturalmente de la mejor manera. Al menos lo "natural", lo "biológico" - por suerte pienso así, porque así contrarresto un poco la tendencia de concu a manejarse con la ley de Murphy-.
P. se prendió a la teta en la pieza del hospital a minutos de salido del horno. Me dolió, pero sabía que dolía al principio. Todo marchaba sobre ruedas. Incluso la segunda noche cuando P. lloraba por los gases la enfermera a la que le pedí Factor A-G insistía con que tenía hambre y antes de darme las gotitas me apretó la teta para comprobar si yo tenía razón, si había leche suficiente. Y salió un chorro a presión que casi le da en el ojo a la señora y le dio las gotitas a bb refunfuñando y me dijo bien caracúlica "bueno, se las doy, pero después ¡al pecho!" Como si yo se lo hubiera negado alguna vez...
Cuando volví a casa pasé por todas las habituales: se me lastimaron los pezones, no había caléndula que remontara la cosa, usé pezonera, tuve principios de mastitis, paños calientes, mil mensajes de texto a la genia de la partera, pero la cuestión es que estaba llena de leche. Tenía unas tetas inmensas, como nunca tuve, a las 3 horas si P. seguía durmiendo empezaba a chorrear, dejaba aureolas en las sábanas, me sacaba para no despertarlo y frizaba y veía que la leche era amarilla y espesa. Yogurth de vainilla decía orgullosa. Sí, orgullosa. Porque por más que una estudió sociología y desnaturalizó la familia, la crianza, el rol de madre, por más que una se cague en la biología y quiera a su hermano adoptado tanto o más que a otros miembros de la familia biológica, por más que... no hay caso, el peso de lo biológico, lo "natural" en esta sociedad es fortísimo y por más que una no hizo ningún esfuerzo para tener esa leche la ves y te morís de orgullo. Y vas a al pediatra y te dice lo que aumentó y sentís que te están dando la medalla de oro, y cuando pregunta cómo se está alimentando contestás como distraída "con teta, sí, por ahora sólo teta".
Así fueron los primeros 3 meses. Hasta que me propuse volver a trabajar.
Aprovechando que concu volvía sólo a uno de sus dos trabajos en febrero armé un complejo croquis para ir unas horas a la facu, a veces de mañana, a veces de tarde. Estaría 3 días con el padre, 1 con una abuela, 1 con una niñera. Se me desordenó la cuasirutina, dejé de dormir siesta -después recordaría al pediatra: "la madre que amamanta tiene que dormir siesta"-, deje de dormir 12 hs. interrumpidas sólo por teta. Quería que en mi ausencia tomara sólo mi leche, y sentía que tenía cada vez menos leche. Me angustiaba viendo el freezer cada vez más vacío. A los 3 meses y medio tomó fórmula por primera vez. La toleró bien, asique intenté convencerme de que no era tan terrible una mamadera de fórmula al día. Maternidad del siglo XXI, pensé. Y me seguí cansando, y me seguí estresando, y me seguí peleando con concu, los dos pasados de sueño, y sentía que me faltaba leche a la tardecita entonces además de la mamadera de las horas de trabajo tomaba otra a la tardecita. Y luego una a la noche para poder descansar bien, que duerma más horas. Y después parecía que ya ni al mediodía tenía leche y casi que tomaba fórmula todo el día y dije basta.
Sabía que la producción depende de la succión. Si tomaba cada vez más fórmula me iba a quedar sin leche. Eso no iba a pasar. No lo iba a permitir. Si del conjunto de las madres que desean amamantar las que terminan abandonando son las desbordadas, yo no me iba a desbordar así. Hijo super deseado, super prioridad en mi vida, mi hijo no iba a dejar de tomar teta. No a los 3 meses y medio.
Asique fui al banco de leche como fue mi amiga E. Justo estaba el pediatra fundador que es tremendo aparato. Lo primero que hizo fue lo mismo que la enfermera del hospital, pero mucho más tierno: me apretó la teta... y volvió a salir el chorro a presión cual pistola de agua. Y me dijo bueno, hay medicación para aumentar los niveles de prolactina y producir más leche, hay levadura de cerveza, hay muchas cosas pero yo creo que vos no necesitás nada de eso. A ver, ponele en el pecho.
Y enseguida me informó que mis pezones son muy largos. Imagínense que jamás había reflexionado sobre el caso, apenas había descubierto en estos meses que son distintos, que uno tiene piel más sensible y se lastima más y el otro tiene forma más rara y a bb le cuesta más tomar.
Tenés que lograr que bb se meta bien el pezón en la boca, que no se vea la aureola, dijo el pediatra y ahí dije eureka!!! si yo lo sabía.... pero el agotamiento te hace olvidar lo que sabés. Y no, no es que no tenés leche, es que estás tan cansada de que no te diste cuenta de que bb sólo está agarrando la puntita del pezón.
Y siguió el pediatra "al mes y medio la teta cambia su manera de funcionar, ya no se llena de leche como un recipiente sino que tiene casi la misma consistencia antes y después de la toma, porque el 80% de la leche se produce cuando el chico empieza a tomar". Bien, buen dato. Y luego "a esta edad el chico vacía la teta en tan solo 5 minutos". Otro buen dato si vos aun pretendías que tome 15 de un lado y 10 del otro como recién nacido. Y entonces le pregunto "¿5 minutos cada cuántas horas?" Y me contesta "la mujer y la chimpancé tienen sólo 2 cromosomas de diferencia. La mamá mona tiene el monito prendido de su cuerpo por 5 puntos -cuatro patas más cola- durante 2 años y medio y el monito toma cuando toma. Mamá mona no mira el reloj. El monito tampoco"
Sonreí y enseguida pensé "mamá mona no trabaja". Al menos no en la misma clase de trabajo.
Y agregó el doc. "y contra lo que piensan la mayoría de los pediatras yo creo que el chico tiene que dormir en la cama con los padres". Y sonreí y pensé "y la sexualidad la archivamos con los corpiños de no amamantar, no?"
Claro. Ya lo había leído y ahora lo experimento. Ser madre, trabajadora, pareja/esposa/novia/concubina, es mucho. Ser buena en todo es mucho. #menosRoxy, le diría Rolo a Roxy. Asique habrá que establecer prioridades. Y aprender a ser trabajadora y concu, y hermana, hija, compa de laburo, y tantas otras cosas siendo madre a la vez. Y habrá que aprender a ser madre. En eso estoy. En eso estamos tantas.
Y a mi amiga M.P. que está embarazada y me pregunta si moisés, cuna funcional o practicuna, si coche de 3 ó 4 ruedas, le diría que lo que tiene que pensar es más bien qué clase de madre quiere ser. Qué está dispuesta a negociar y qué no. Por dónde pasa para ella la maternidad. Aunque en realidad preguntárselo a las 20 semanas no sirve de mucho. Ya hará su propio recorrido cuando nazca M.
Yo descubrí que parte de mi maternidad se está jugando en la teta, entre otros lugares. Respeto y mucho a las madres que eligen criar con fórmula desde el inicio porque tienen otras prioridades. Me dan tristeza las madres que abandonan la teta por desborde y no por elección. Yo la teta no la negocio, ni la pospongo. Tampoco me he vuelto una purista. Bb va a un jardín 4 hs. al día y ahí toma mamadera, la mayoría de las veces de fórmula porque ya no me saco tanta leche. Pero cuando está conmigo toma teta, sólo teta y nada más que teta.
Y no duerme con nosotros, duerme en su cuna. Porque quiero seguir compartiendo intimidad con mi pareja. Pero eso es antes y/o después de la hora de la teta. Porque lo primero es lo primero.
A mi amiga embarazada le daría un abrazo -ya se lo voy a dar, pasa que está lejos en reposo y yo encerrada con bb medio pachucho- y le diría que compre el coche de 4 ruedas y la practicuna. Pero que por más bien que haya elegido el coche y la cuna hay cosas a las que no va a poder adelantarse. Que se va a sentir desbordada, que va a estar cansada y dolorida, que va a llorar, que se va pelear con concubino más que ahora, y que en medio de todo eso... se va a morir de amor, cuando M.B. se aleje de la teta o la tetina -lo que ella elija o pueda darle- para mirarla a los ojos y sonreírle, cuando M.B. la mire con esa cara que significa que ella es todo para él, como dijo mi amiga A., nada más egoísta que el placer de esa mirada que te completa, puf, muy psicoanalizado, muy intelectualoso. A mi amiga M. le doy una abrazo virtual y le digo no sabés en la que te metiste, no sabés la que te espera! y guiño guiño, mirada cómplice. La mirada ansiosa de quien ya vio una excelente película y está esperando que otro la vea y llegue al final para poder compartirla. Te recomiendo esta peli, Maru. Es la mejor que vi en mi vida.
Nunca pensé que iba a tener problemas con la teta. Recuerdo en el embarazo que mi amiga A. me dijo "no te preocupes porque tenés tetas chicas, no vas a tener problemas para amamantar". Y yo la miré sorprendida porque jamás se me cruzó que el tamaño fuera un problema. Jamás se me cruzó que fuera a tener ningún problema, ni con la teta ni con nada, no es de superada, de hecho problemas he tenido, pero tiendo a pensar que todo se va a dar naturalmente de la mejor manera. Al menos lo "natural", lo "biológico" - por suerte pienso así, porque así contrarresto un poco la tendencia de concu a manejarse con la ley de Murphy-.
P. se prendió a la teta en la pieza del hospital a minutos de salido del horno. Me dolió, pero sabía que dolía al principio. Todo marchaba sobre ruedas. Incluso la segunda noche cuando P. lloraba por los gases la enfermera a la que le pedí Factor A-G insistía con que tenía hambre y antes de darme las gotitas me apretó la teta para comprobar si yo tenía razón, si había leche suficiente. Y salió un chorro a presión que casi le da en el ojo a la señora y le dio las gotitas a bb refunfuñando y me dijo bien caracúlica "bueno, se las doy, pero después ¡al pecho!" Como si yo se lo hubiera negado alguna vez...
Cuando volví a casa pasé por todas las habituales: se me lastimaron los pezones, no había caléndula que remontara la cosa, usé pezonera, tuve principios de mastitis, paños calientes, mil mensajes de texto a la genia de la partera, pero la cuestión es que estaba llena de leche. Tenía unas tetas inmensas, como nunca tuve, a las 3 horas si P. seguía durmiendo empezaba a chorrear, dejaba aureolas en las sábanas, me sacaba para no despertarlo y frizaba y veía que la leche era amarilla y espesa. Yogurth de vainilla decía orgullosa. Sí, orgullosa. Porque por más que una estudió sociología y desnaturalizó la familia, la crianza, el rol de madre, por más que una se cague en la biología y quiera a su hermano adoptado tanto o más que a otros miembros de la familia biológica, por más que... no hay caso, el peso de lo biológico, lo "natural" en esta sociedad es fortísimo y por más que una no hizo ningún esfuerzo para tener esa leche la ves y te morís de orgullo. Y vas a al pediatra y te dice lo que aumentó y sentís que te están dando la medalla de oro, y cuando pregunta cómo se está alimentando contestás como distraída "con teta, sí, por ahora sólo teta".
Así fueron los primeros 3 meses. Hasta que me propuse volver a trabajar.
Aprovechando que concu volvía sólo a uno de sus dos trabajos en febrero armé un complejo croquis para ir unas horas a la facu, a veces de mañana, a veces de tarde. Estaría 3 días con el padre, 1 con una abuela, 1 con una niñera. Se me desordenó la cuasirutina, dejé de dormir siesta -después recordaría al pediatra: "la madre que amamanta tiene que dormir siesta"-, deje de dormir 12 hs. interrumpidas sólo por teta. Quería que en mi ausencia tomara sólo mi leche, y sentía que tenía cada vez menos leche. Me angustiaba viendo el freezer cada vez más vacío. A los 3 meses y medio tomó fórmula por primera vez. La toleró bien, asique intenté convencerme de que no era tan terrible una mamadera de fórmula al día. Maternidad del siglo XXI, pensé. Y me seguí cansando, y me seguí estresando, y me seguí peleando con concu, los dos pasados de sueño, y sentía que me faltaba leche a la tardecita entonces además de la mamadera de las horas de trabajo tomaba otra a la tardecita. Y luego una a la noche para poder descansar bien, que duerma más horas. Y después parecía que ya ni al mediodía tenía leche y casi que tomaba fórmula todo el día y dije basta.
Sabía que la producción depende de la succión. Si tomaba cada vez más fórmula me iba a quedar sin leche. Eso no iba a pasar. No lo iba a permitir. Si del conjunto de las madres que desean amamantar las que terminan abandonando son las desbordadas, yo no me iba a desbordar así. Hijo super deseado, super prioridad en mi vida, mi hijo no iba a dejar de tomar teta. No a los 3 meses y medio.
Asique fui al banco de leche como fue mi amiga E. Justo estaba el pediatra fundador que es tremendo aparato. Lo primero que hizo fue lo mismo que la enfermera del hospital, pero mucho más tierno: me apretó la teta... y volvió a salir el chorro a presión cual pistola de agua. Y me dijo bueno, hay medicación para aumentar los niveles de prolactina y producir más leche, hay levadura de cerveza, hay muchas cosas pero yo creo que vos no necesitás nada de eso. A ver, ponele en el pecho.
Y enseguida me informó que mis pezones son muy largos. Imagínense que jamás había reflexionado sobre el caso, apenas había descubierto en estos meses que son distintos, que uno tiene piel más sensible y se lastima más y el otro tiene forma más rara y a bb le cuesta más tomar.
Tenés que lograr que bb se meta bien el pezón en la boca, que no se vea la aureola, dijo el pediatra y ahí dije eureka!!! si yo lo sabía.... pero el agotamiento te hace olvidar lo que sabés. Y no, no es que no tenés leche, es que estás tan cansada de que no te diste cuenta de que bb sólo está agarrando la puntita del pezón.
Y siguió el pediatra "al mes y medio la teta cambia su manera de funcionar, ya no se llena de leche como un recipiente sino que tiene casi la misma consistencia antes y después de la toma, porque el 80% de la leche se produce cuando el chico empieza a tomar". Bien, buen dato. Y luego "a esta edad el chico vacía la teta en tan solo 5 minutos". Otro buen dato si vos aun pretendías que tome 15 de un lado y 10 del otro como recién nacido. Y entonces le pregunto "¿5 minutos cada cuántas horas?" Y me contesta "la mujer y la chimpancé tienen sólo 2 cromosomas de diferencia. La mamá mona tiene el monito prendido de su cuerpo por 5 puntos -cuatro patas más cola- durante 2 años y medio y el monito toma cuando toma. Mamá mona no mira el reloj. El monito tampoco"
Sonreí y enseguida pensé "mamá mona no trabaja". Al menos no en la misma clase de trabajo.
Y agregó el doc. "y contra lo que piensan la mayoría de los pediatras yo creo que el chico tiene que dormir en la cama con los padres". Y sonreí y pensé "y la sexualidad la archivamos con los corpiños de no amamantar, no?"
Claro. Ya lo había leído y ahora lo experimento. Ser madre, trabajadora, pareja/esposa/novia/concubina, es mucho. Ser buena en todo es mucho. #menosRoxy, le diría Rolo a Roxy. Asique habrá que establecer prioridades. Y aprender a ser trabajadora y concu, y hermana, hija, compa de laburo, y tantas otras cosas siendo madre a la vez. Y habrá que aprender a ser madre. En eso estoy. En eso estamos tantas.
Y a mi amiga M.P. que está embarazada y me pregunta si moisés, cuna funcional o practicuna, si coche de 3 ó 4 ruedas, le diría que lo que tiene que pensar es más bien qué clase de madre quiere ser. Qué está dispuesta a negociar y qué no. Por dónde pasa para ella la maternidad. Aunque en realidad preguntárselo a las 20 semanas no sirve de mucho. Ya hará su propio recorrido cuando nazca M.
Yo descubrí que parte de mi maternidad se está jugando en la teta, entre otros lugares. Respeto y mucho a las madres que eligen criar con fórmula desde el inicio porque tienen otras prioridades. Me dan tristeza las madres que abandonan la teta por desborde y no por elección. Yo la teta no la negocio, ni la pospongo. Tampoco me he vuelto una purista. Bb va a un jardín 4 hs. al día y ahí toma mamadera, la mayoría de las veces de fórmula porque ya no me saco tanta leche. Pero cuando está conmigo toma teta, sólo teta y nada más que teta.
Y no duerme con nosotros, duerme en su cuna. Porque quiero seguir compartiendo intimidad con mi pareja. Pero eso es antes y/o después de la hora de la teta. Porque lo primero es lo primero.
A mi amiga embarazada le daría un abrazo -ya se lo voy a dar, pasa que está lejos en reposo y yo encerrada con bb medio pachucho- y le diría que compre el coche de 4 ruedas y la practicuna. Pero que por más bien que haya elegido el coche y la cuna hay cosas a las que no va a poder adelantarse. Que se va a sentir desbordada, que va a estar cansada y dolorida, que va a llorar, que se va pelear con concubino más que ahora, y que en medio de todo eso... se va a morir de amor, cuando M.B. se aleje de la teta o la tetina -lo que ella elija o pueda darle- para mirarla a los ojos y sonreírle, cuando M.B. la mire con esa cara que significa que ella es todo para él, como dijo mi amiga A., nada más egoísta que el placer de esa mirada que te completa, puf, muy psicoanalizado, muy intelectualoso. A mi amiga M. le doy una abrazo virtual y le digo no sabés en la que te metiste, no sabés la que te espera! y guiño guiño, mirada cómplice. La mirada ansiosa de quien ya vio una excelente película y está esperando que otro la vea y llegue al final para poder compartirla. Te recomiendo esta peli, Maru. Es la mejor que vi en mi vida.
martes, 5 de marzo de 2013
holamamá
viste esos momentos en que venís viviendo en piloto automático y de pronto, ooops, epa, pará, esto va en negrita, en mayúscula, en cursiva, destacame esto que NO ES NORMAL, al menos para mí, esos momentos en que el mundo te sorprende, o la gente, o las circunstancias, o vos misma. Esos momentos en que necesitarías la mirada cómplice, muchas veces cínica, de un amigo de esos que todo lo entienden...
Durante el embarazo y desde que nació P recuerdo varios de esos. Van algunos:
- claramente siempre me llamó la atención la emoción de la gente con los embarazos ajenos, siempre fui bastante apática y fría, recuerdo que una de mis profes de danza decía que lo que más le molestaba de los embarazos era volverse un objeto público, que cualquiera puede toquetear, y bue, resultó que por las circunstancias del caso a mí no me molestaba, porque tenía tal emoción y sabía que estaba tan monotemática con amigos y familiares que cualquier desconocido que quisiera festejarme la panza era bienvenido, quizás como parte de mi egocentrismo habitual. La cuestión que en un día EN LA VERDULERÍA una mujer que ni antes ni después vi nunca jamás me franeleó lindo la panza. What??? Dónde fuiste socializada querida?? Tampoco en esa ocasión me molestó, pero sí concluí una vez más el lugar común: "la gente está loca" -superó la vez que visitamos a una tía, prima, tía abuela, prima segunda, no sé bien qué es de concu pero yo era la segunda o tercera vez que la veía y después de un rato de estar ahí me dijo "uy! hace rato ya que estás acá y yo todavía no te toqué la panza!!" y cumplió entonces con su mandato autoimpuesto... (???!!!)
- dejar al bebé los primeros días un ratito con el padre con la excusa de hacer mil trámites y en realidad más que nada para tomar un poco de aire y ver el mundo exterior, correr de una a otra oficina, y ya que estamos aprovecho para pasar por el laboratorio, sí, está el resultado del análisis de errores congénitos, firma, aclaración y parentesco por favor. Bueno, gracias, firma, C.G., madre. What??? MADRE??? Bue, no da para explicarle a la poco simpática señora del laboratorio que es la primera vez que lo escribo...
- y llamar al médico para que me haga la orden, para ir a la obra social a autorizarla, para ir a la ortopedia a que me lo encarguen, y que da ocupado, y que patatín, y que patatán, y de pronto sí, hola, qué tal, habla C.G., la mamá de P.F., pará, LA MAMÁ DE p.f.??? yo dije eso??
- me hubiese gustado escribir un número impar de momentos pero ya voy a ir cerrando, con EL MOMENTO más sorprendente de mi vida, acá no hay cinismo ni sarcasmo ni se trata de escribir o pronunciar por primera vez el hecho de la maternidad consumada. No fue el momento del parto si entendemos por tal exactamente el momento en que el chico pasa de estar adentro a estar afuera, los segundos o el segundo de transición, momento en que tiene mitad adentro, mitad afuera. No fue ese momento porque ese no lo vi, porque estaba tan concentrada pujando, tan preocupada de que si no salía pronto me mandaban al quirófano, que cuando concubino dijo o más bien gritó "¡lo veo!!! ¡miralo!!!!" y me levantó la cabeza para ver sólo vi fugazmente una espalda blancuzca y después un niño apoyado sobre la mesita, mientras le cortaban el cordón -nos cortaban el cordón- y concu lloraba y lloraba y yo empecé a llorar como por contagio nomás pero como que no entendía nada, y ya ni bien entré a la sala de partos como vi que me tocó el pediatra malo, el del curso de preparto que no da el bebé a los madres ni bien nacen, que recién se los da en la pieza, ya sabía que no tenía sentido discutir y la verdad me había relajado tanto una vez que supe que lo logré, que evité la cesárea, que me dijeron que él estaba bien, que yo me sentía bien, que me puse a chusmear que seguía pasando por ahí abajo, que vi que el médico levantaba un cordón del cual colgaba la placenta -no la vi a ella, a la señora placenta- que escuché que pedía suturas, que lo veía coser y decir algo con su habitual tono cínico-sarcástico-sobrador (mi obstetra tenía que ser necesariamente así, si no no lo hubiese elegido... me hubiese dado náuseas uno como el pediatra que me tocó luego en la guardia con la primera fiebre de P., ése que me decía holamamábuenomamávamosatomarlafiebremamáydespuésmamálovoyaauscultarmamá, de hecho ese podría haber sido el cuarto momento a descartar, parecido al primero, qué le pasa señor, tiene un tic con la palabra mamá? me hubiese gustado grabarlo para contar las veces que lo dijo, como conté las veces que Cristian Castro dijo azul en el tema homónimo, no recuerdo el resultado, ya hace muchos años, cuando sonaba en la radio, pero sé que las conté). Fue cuando estaba pendiente de las suturas, pendiente de concu que le había bajado la presión de la impresión por el pie torcido de bebé, que estaba sentado en el piso de la sala de partos, fue entonces cuando se acercó el pediatra malo con un bollo de mantita y adentro estaba él, calentito, con la frente arrugada, haciendo toda la fuerza del mundo para levantar esos parpados tan pesados, esos parpados que luego miraría más en detalle y qué son claramente los de mi familia materna, haciendo fuerza para abrir esos ojos y mirar por primera vez este mundo... Ese fue el momento, dudo que haya otro momento en que se vuelva a parar el mundo, mi mundo, y todo se resuma en esos ojos que de alguna extrañísima manera salieron de mí, los ojos de P...
Durante el embarazo y desde que nació P recuerdo varios de esos. Van algunos:
- claramente siempre me llamó la atención la emoción de la gente con los embarazos ajenos, siempre fui bastante apática y fría, recuerdo que una de mis profes de danza decía que lo que más le molestaba de los embarazos era volverse un objeto público, que cualquiera puede toquetear, y bue, resultó que por las circunstancias del caso a mí no me molestaba, porque tenía tal emoción y sabía que estaba tan monotemática con amigos y familiares que cualquier desconocido que quisiera festejarme la panza era bienvenido, quizás como parte de mi egocentrismo habitual. La cuestión que en un día EN LA VERDULERÍA una mujer que ni antes ni después vi nunca jamás me franeleó lindo la panza. What??? Dónde fuiste socializada querida?? Tampoco en esa ocasión me molestó, pero sí concluí una vez más el lugar común: "la gente está loca" -superó la vez que visitamos a una tía, prima, tía abuela, prima segunda, no sé bien qué es de concu pero yo era la segunda o tercera vez que la veía y después de un rato de estar ahí me dijo "uy! hace rato ya que estás acá y yo todavía no te toqué la panza!!" y cumplió entonces con su mandato autoimpuesto... (???!!!)
- dejar al bebé los primeros días un ratito con el padre con la excusa de hacer mil trámites y en realidad más que nada para tomar un poco de aire y ver el mundo exterior, correr de una a otra oficina, y ya que estamos aprovecho para pasar por el laboratorio, sí, está el resultado del análisis de errores congénitos, firma, aclaración y parentesco por favor. Bueno, gracias, firma, C.G., madre. What??? MADRE??? Bue, no da para explicarle a la poco simpática señora del laboratorio que es la primera vez que lo escribo...
- y llamar al médico para que me haga la orden, para ir a la obra social a autorizarla, para ir a la ortopedia a que me lo encarguen, y que da ocupado, y que patatín, y que patatán, y de pronto sí, hola, qué tal, habla C.G., la mamá de P.F., pará, LA MAMÁ DE p.f.??? yo dije eso??
- me hubiese gustado escribir un número impar de momentos pero ya voy a ir cerrando, con EL MOMENTO más sorprendente de mi vida, acá no hay cinismo ni sarcasmo ni se trata de escribir o pronunciar por primera vez el hecho de la maternidad consumada. No fue el momento del parto si entendemos por tal exactamente el momento en que el chico pasa de estar adentro a estar afuera, los segundos o el segundo de transición, momento en que tiene mitad adentro, mitad afuera. No fue ese momento porque ese no lo vi, porque estaba tan concentrada pujando, tan preocupada de que si no salía pronto me mandaban al quirófano, que cuando concubino dijo o más bien gritó "¡lo veo!!! ¡miralo!!!!" y me levantó la cabeza para ver sólo vi fugazmente una espalda blancuzca y después un niño apoyado sobre la mesita, mientras le cortaban el cordón -nos cortaban el cordón- y concu lloraba y lloraba y yo empecé a llorar como por contagio nomás pero como que no entendía nada, y ya ni bien entré a la sala de partos como vi que me tocó el pediatra malo, el del curso de preparto que no da el bebé a los madres ni bien nacen, que recién se los da en la pieza, ya sabía que no tenía sentido discutir y la verdad me había relajado tanto una vez que supe que lo logré, que evité la cesárea, que me dijeron que él estaba bien, que yo me sentía bien, que me puse a chusmear que seguía pasando por ahí abajo, que vi que el médico levantaba un cordón del cual colgaba la placenta -no la vi a ella, a la señora placenta- que escuché que pedía suturas, que lo veía coser y decir algo con su habitual tono cínico-sarcástico-sobrador (mi obstetra tenía que ser necesariamente así, si no no lo hubiese elegido... me hubiese dado náuseas uno como el pediatra que me tocó luego en la guardia con la primera fiebre de P., ése que me decía holamamábuenomamávamosatomarlafiebremamáydespuésmamálovoyaauscultarmamá, de hecho ese podría haber sido el cuarto momento a descartar, parecido al primero, qué le pasa señor, tiene un tic con la palabra mamá? me hubiese gustado grabarlo para contar las veces que lo dijo, como conté las veces que Cristian Castro dijo azul en el tema homónimo, no recuerdo el resultado, ya hace muchos años, cuando sonaba en la radio, pero sé que las conté). Fue cuando estaba pendiente de las suturas, pendiente de concu que le había bajado la presión de la impresión por el pie torcido de bebé, que estaba sentado en el piso de la sala de partos, fue entonces cuando se acercó el pediatra malo con un bollo de mantita y adentro estaba él, calentito, con la frente arrugada, haciendo toda la fuerza del mundo para levantar esos parpados tan pesados, esos parpados que luego miraría más en detalle y qué son claramente los de mi familia materna, haciendo fuerza para abrir esos ojos y mirar por primera vez este mundo... Ese fue el momento, dudo que haya otro momento en que se vuelva a parar el mundo, mi mundo, y todo se resuma en esos ojos que de alguna extrañísima manera salieron de mí, los ojos de P...
domingo, 3 de marzo de 2013
ensayo-error
Hace un tiempo que sigo a al menos dos madres bloggeras: estaquetepario y angulita. Hace más tiempo que sigo a JB y WW. Hoy me decido a ensayar un espacio virtual propio. Veremos qué tan constante soy para sostenerlo.
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